¿Qué puedo hacer si tengo una recaída de dolor?

Experimentar una recaída de dolor puede ser desalentador, especialmente cuando sientes que habías avanzado en tu recuperación. Sin embargo, es importante recordar que estas recaídas son parte del proceso y no significan un retroceso definitivo. En esta entrada, exploraremos estrategias prácticas para el manejo del dolor, consejos para recuperar tu bienestar y formas de retomar el control de tu situación. También hablaremos sobre cómo identificar las posibles causas, buscar soporte emocional y prevenir futuras recaídas. Con las herramientas adecuadas, puedes superar este desafío y seguir avanzando hacia una vida más equilibrada y saludable.

¿Qué es una recaída de dolor?

Una recaída de dolor se defina generalmente como «un episodio de dolor que se presenta después de un periodo de remisión o control del dolor«.

Entiende lo que puedes hacer con tu dolor

Antes de enseñarte estrategias, vamos a ponernos un poco técnicos para que entiendas por qué harás esas estrategias.

Los sistemas de modulación inhibitoria descendente del dolor: El freno natural del dolor

¿Sabías que tu cuerpo tiene un «freno» natural para regular el dolor? Se llama el sistema de modulación inhibitoria descendente del dolor, y funciona como un mecanismo interno que puede reducir o incluso bloquear la intensidad del dolor que sentimos.

¿Cómo funciona este «freno»?

Imagina que tienes un regulador en tu cerebro que decide cuánta señal de dolor permitir que llegue a tu conciencia. Este sistema recibe las señales de dolor desde las áreas de tu cuerpo y, si está activado, envía mensajes para bloquear o reducir esas señales en la médula espinal antes de que lleguen al cerebro.

¿Cuándo se activa este sistema?

Existen varias maneras de activar este sistema natural de control del dolor, y muchas de ellas ocurren en actividades que ya conocemos o disfrutamos:

  • Ejercicio físico: Mover el cuerpo, incluso caminar, puede activar este sistema y liberar sustancias como endorfinas, que actúan como calmantes naturales.
  • Masajes: La estimulación de la piel envía señales al cerebro que pueden activar este «freno».
  • Hacer cosas que disfrutas: Actividades como escuchar música, reír o socializar también pueden reducir la percepción del dolor porque liberan sustancias químicas en el cerebro que activan este sistema.
  • Relajación y meditación: Practicar técnicas de relajación o mindfulness ayuda a disminuir el estrés, que a menudo amplifica la percepción del dolor.

La dicotomía del placer y el dolor: dos caras de una misma moneda

El placer y el dolor parecen opuestos, pero están profundamente conectados. Ambos son experiencias que el cuerpo utiliza para guiarnos: uno nos recompensa y nos motiva, mientras que el otro nos advierte y nos protege. Sin embargo, esta relación es más compleja de lo que parece, y entenderla puede ayudarnos a gestionar mejor nuestras emociones y sensaciones físicas.

¿Cómo funcionan el placer y el dolor?

Ambos estan mediados por el sistema nervioso:

  • El dolor activa «la alarma» de nuestro cuerpo para protegernos.
  • El placer activa el sistema de recompensa, que nos anima a repetir comportamientos beneficiosos, como comer, socializar o relajarnos

Debido a que tanto el placer, como el dolor, están mediados por las mismas vías, no pueden darse a la vez.

Piensa en una balanza: si tengo más dolor, siento menos placer; si tengo más placer, siento menos dolor.

Entender esto nos permite tener una gran ventaja a la hora de saber qué puedo hacer cuando tengo dolor.

La oxitocina y el cortisol

Cómo el cortisol se activa en situaciones de estrés lo estuvimos hablando en esta entrada de blog (pincha para acceder a ella): Ansiedad y cortisol: cómo el cortisol eleva tu estado de alerta. Ahora vamos a hablar de su relación con la oxitocina.

La oxitocina, puede que la conozcas como la hormona que ayuda a producir el parto. Pero además de ello, es la hormona del amor, el contacto y la calma.

De esta manera, existe una relación inversamente proporcional con el cortisol. De manera que: la liberación de cortisol en la sangre inhibe la liberación de oxitocina y viceversa. En otras palabras: Si existe placer, no existe dolor y vicerversa.

Además, la liberación de oxitocina está ligada con otras hormonas como la serotonina (la hormona de la felicidad), las endorfinas (hormonas modulatorias de dolor) y dopamina (hormona de recompensa). Así que cuando una persona está feliz, también se siente mejor y con menos dolor.

Objetivo: Fomentar la liberación de hormonas del placer

Para gestionar mucho mejor una crisis de dolor, vamos a concentrarnos en fomentar todo lo posible la liberación de estas hormonas. Me permitirá encontrarme mejor y con menos dolor.

  • ¿Cómo liberar oxitocina?

La oxitocina, como hemos comentado antes, es la hormona del amor y el contacto. Buscar apoyo social y que te sientas comprendid@ te va a ayudar a encontrarte mucho mejor.

  • ¿Cómo liberar endorfinas?

Liberar endorfinas no es una tarea extremadamente complicada. Cuando hacemos cosas que nos gustan y disfrutamos, liberamos endorfinas. Así que si te gusta leer novelas de miedo, lee novelas de miedo (por ejemplo).

Otra forma muy eficaz que tenemos para liberar endorfinas es el ejercicio. Si no puedes moverte mucho, puedes hacer ejercicio con los brazos. Es cierto, que necesitaremos una intensidad mínima para liberar estas endorfinas. Pero para que te sea mas facil. Haz ejercicio con los brazos y cánsate. Y si puedes hacerlo con las piernas también, aún mejor.

  • ¿Cómo liberar dopamina?

La dopamina puedes liberarla de diferentes formas:

  • El ejercicio físico también ayuda a liberar dopamina.
  • Un sueño de calidad es importante para la liberación de dopamina. Descansar adecuamente permite a tu cuerpo, además, recuperarse y prepararse para el dia siguiente.
  • Exposición a la luz solar: la vitamina D que producimos gracias a la luz solar juega un papel importante en la producción de dopamina.
  • Meditación y mindfulness.

En resumen:

¿Qué puedes hacer si tienes una recaída de dolor?:

  1. Mantente activo en la medida de lo posible.
  2. Intenta realizar ejercicio que te canse de brazos y/o piernas.
  3. Realiza cosas que te gusten y disfrutes.
  4. Practica minfulness y meditación para reducir tu estado de alerta.
  5. Exponte a la luz solar.
  6. Descansa adecuamente.

Esto te permitirá gestionar mucho mejor tu crisis de dolor.

Recuerda que si necesitas ayuda, siempre puedes contar con nosotros.


Autor:

Juan Gabriel Domínguez

Fisioterapeuta (N. Col. 9039)