Cómo la naturaleza ayuda a aliviar el dolor de forma natural

Cada 3 de marzo celebramos el Día Internacional de la Naturaleza, una fecha especial para reflexionar sobre la importancia de nuestro entorno natural y los beneficios que nos brinda. Además de su belleza y biodiversidad, la naturaleza tiene un poder sanador increíble. En este artículo, exploraremos cómo la naturaleza ayuda a aliviar el dolor de forma natural, basándonos en estudios científicos que han demostrado su impacto en la salud física y mental.

La naturaleza y su impacto en el cuerpo, la mente y el dolor

Múltiples estudios han confirmado que el contacto con la naturaleza tiene efectos positivos en la percepción del dolor. Según la investigación Nature exposure reduces stress and enhances well-being: A meta-analysis, publicada en el Journal of Environmental Psychology (2021), la exposición a entornos naturales reduce significativamente los niveles de cortisol, la hormona del estrés, lo que a su vez disminuye la sensación de dolor en personas con enfermedades crónicas.

Otro estudio titulado Spending at least 120 minutes a week in nature is associated with good health and well-being de la University of Exeter Medical School (2019) concluyó que quienes pasan al menos dos horas semanales en espacios verdes experimentan una mejora considerable en su bienestar general y reportan una menor percepción del dolor en comparación con quienes no lo hacen.

Terapia de bosque: un alivio comprobado

La terapia de bosque, o shinrin-yoku, ha sido ampliamente estudiada en Japón y otros países asiáticos. Un estudio titulado Forest bathing enhances human natural killer activity and expression of anti-cancer proteins, publicado en Environmental Health and Preventive Medicine (2018), encontró que los participantes que caminaron en un bosque durante 30 minutos experimentaron una reducción del 15% en sus niveles de presión arterial y una disminución en los marcadores de inflamación, factores clave en la percepción del dolor.

Además, investigadores de la Chiba University en Japón identificaron en su estudio “Physiological effects of forest therapy: A review of the research” que la terapia de bosque tiene un impacto directo en el sistema nervioso, activando la respuesta parasimpática y reduciendo la actividad del sistema nervioso simpático (para entender esto mejor, lee nuestra entrada de blog: «Qué puedo hacer si tengo una recaída de dolor«, lo que contribuye a una mayor relajación y menor sensación de dolor.

El poder del agua y su efecto analgésico

No solo los bosques tienen beneficios. Espacios naturales con agua, como lagos, ríos o el mar, también han demostrado ser efectivos para reducir el dolor y mejorar la salud mental. De acuerdo con el estudio Blue spaces and mental health: A systematic review de la University of Plymouth (2020), las personas que viven cerca del mar o pasan tiempo en entornos acuáticos reportan menores niveles de ansiedad y depresión, factores que pueden intensificar la percepción del dolor crónico.

Asimismo, la American Psychological Association publicó en 2022 la investigación “The impact of natural soundscapes on stress and pain perception”, en la que se concluyó que escuchar sonidos de agua en entornos naturales puede reducir la actividad de la amígdala, la región del cerebro asociada con la respuesta al dolor y el estrés.

¿Cómo integrar la naturaleza en la vida diaria?

En este Día Internacional de la Naturaleza, es el momento perfecto para reconectar con el entorno y aprovechar sus beneficios respaldados por la ciencia. Aquí tienes algunas maneras de hacerlo:

  1. Sal a caminar al aire libre al menos 120 minutos a la semana, como recomienda el estudio de la University of Exeter Medical School.
  2. Realiza ejercicios de respiración en espacios verdes para activar el sistema parasimpático, según la investigación de la Chiba University.
  3. Incorpora plantas en tu hogar o espacio de trabajo, ya que la exposición a la naturaleza, incluso en interiores, mejora el bienestar, como indica el Journal of Environmental Psychology.
  4. Escucha sonidos de la naturaleza, como lluvia o canto de aves, tal como recomienda la American Psychological Association, para inducir la relajación y reducir la percepción del dolor.

Conclusión

El poder curativo de la naturaleza no es solo una sensación subjetiva, sino un hecho respaldado por la ciencia. Estudios de diversas universidades e instituciones han demostrado que el contacto con entornos naturales ayuda a reducir el estrés, disminuir la inflamación y aliviar el dolor. Y qué mejor día para recordarlo que en el Día Internacional de la Naturaleza. La naturaleza ayuda a aliviar el dolor de forma natural, y cuanto más tiempo pases en ella, mayores serán sus beneficios.

Autor:

Juan Gabriel Domínguez

Fisioterapeuta (N. Col. 9039)